El número de asesores financieros aumenta en España en respuesta a la demanda propulsada por particulares que quieren hacer crecer sus ahorros a través de los instrumentos de inversión. Según la empresa de asesoramiento financiero Caser, «este cambio refleja un cambio de mentalidad de los españoles», quienes cada vez se apoyan más en profesionales para tomar decisiones respecto a sus ahorros.
Desde la empresa explican que este incremento se debe a varias razones: mayor cultura financiera, creciente complejidad de los mercados, la inflación y la necesidad de optimizar los rendimientos de las inversiones. Y que «en este contexto, el asesoramiento se posiciona como una vía importante para tomar mejores decisiones». Por ello, el director de la empresa, Asier Uribeechebarria, sugiere cinco claves para elegir a un buen profesional.
Primero, recomienda que el asesor comprenda bien las necesidades financieras del inversor: «Un gestor de fondos debe poseer un conocimiento exhaustivo de las necesidades financieras del inversor a lo largo de su vida», agrega Uribeechebarria. Esto implica que cuando se contratan sus servicios, este debe evaluar el nivel de conocimientos financieros del cliente, su relación riesgo-rentabilidad y sus metas y prioridades, para luego crear una estrategia personalizada. Para ello, conviene que el profesional realice un test de idoneidad con el fin de evitar pérdidas mayores a las aceptables.
Además, añade que como segunda clave, el asesor debe ayudar al inversor a «definir objetivos financieros claros y desarrollar un plan para alcanzar objetivos vitales como la jubilación, la educación de los hijos, la gestión de la deuda y la protección del patrimonio». Así, el plan se debe ajustar a lo que el inversor necesita considerando el horizonte temporal, los plazos, la capacidad de ahorro y la cantidad que se va a invertir.
Asimismo, Uribeechebarria menciona que es importante que el gestor se adapte y sea flexible ante la estrategia de inversión del cliente, que puede cambiar a lo largo de su vida: «Ante estas situaciones, el asesor debe estar preparado y brindar apoyo y para ello deben existir revisiones regulares», declara.
Como cuarta clave, señala que tiene que haber buena comunicación entre el gestor y el inversor ya que «es un pilar fundamental». Además, el asesor debe poseer la habilidad de explicar conceptos financieros de manera accesible y comprensible, evitando el uso de terminología técnica excesiva. El director de la inversora agrega que en este sentido, «la empatía desempeña un papel esencial ya que el asesor financiero debe comprender las necesidades emocionales y psicológicas del inversor, que afectan a las decisiones de inversión, sobre todo en periodos de volatilidad».
Por último concluye que también es relevante a la hora de elegir gestor financiero que este «monitoree la cartera del inversor, llevando a cabo revisiones periódicas» y que «mantenga informado a su cliente del progreso de su inversión». Lo que permite que el servicio sea lo más personalizado y actualizado posible.
