La ingeniería digital no está definitivamente definida en el diseño industrial y los procesos de producción. Simulación, desarrollos en 3D o el ‘gemelo digital’ son ahora parte básica también de los programas de defensa –construcción de aviones, barcos, vehículos blindados, carros de combate…– que se caracteriza por su coste y requisitos en el calendario de entregas por parte de los gobiernos/clientes.
En este apartado, en España, la empresa estadounidense Ansys es referente sirviendo, entre otros, a los campeones de la defensa española: Indra, Navantia, Airbus… En abril organiza un evento para analizar el impacto de sus aplicaciones.
Su responsable de área de aeroespacio y defensa es el ingeniero aeronáutico Francisco Espacio quien atiende a ABC en el marco de la feria de defensa Feindef que ha tenido lugar esta semana –de modo muy exitoso, todo hay que decirlo– en Madrid: “Con la Ingeniería digital podemos ser más ágiles a menor coste”, es su mantra de presentación y, en definitiva, lo que ofrece en su alfombra de soluciones a estos clientes que ha conocido sus los encargados de fabricar las futuras fragatas, cazas, o Nuestras Fuerzas Armadas cuerpos de combate
Gemelos digitales
“Nuestros clientes del sector de la defensa demandan soluciones de simulación que les permitan abordar los problemas técnicos más complejos y acelerar el ciclo de desarrollo de nuestros productos. Nos demanden poder crear gemelos digitales que puedan ser usados en mantenimiento y operación”, destaca el responsable de esta compañía, con más de 50 años de historia y cuya matriz se encuentra a las afueras de Pittsburgh (Pensylvania).
Como ejemplo, la construcción del avión de combate de la generación F-35, diseñado por Lockheed Martin para EE.UU. y otros países aliados, llevaron 27 años de desarrollo desde su concepción hasta ser operativos, con constantes retrasos y enormes sobrecostes. Eso hoy sería impensable con las herramientas que ofrece la ingeniería digital y la celeridad geopolítica de los acontecimientos.
¿Qué perspectivas ven en España para seguir incrementando su negocio? Obviamente –y desgraciadamente por la guerra en Ucrania– losviens soplaron un favor del sector de la defensa: “España tiene un gran potencial. Cuenta con una defensa industrial bien establecida y reconocida a nivel internacional. La tecnología Ansys se utiliza en programas como el nuevo vehículo blindado 8×8, la fragata F-110, el caso Eurofighter o el submarino S-80. Actualmente el foco de la defensa europea está en los programas de 6a generación como el programa de caza del futuro europeo FCAS (proyecto de Francia, Alemania y España) y Tempest (Reino Unido e Italia), los cuales representan un nivel de complejidad sin precedentes y para lo cual estamos trabajando regularmente, a nivel tanto nacional como europeo, con muchas de las empresas del sector”.
Como gran parte del potencial del sector de la defensa en España, Ansys ha duplicado su número de empleados desde 2020. La amplitud de la cartera de soluciones tecnológicas de Ansys les permite simular más el componente más pequeño en el proceso de fabricación, como chip, pasando por sistemas y subsistemas, hasta la propia misión futura.
“Invertimos más de un 20% de nuestros ingresos en I+D para desarrollar y mejorar nuestros productos. Complementamos el desarrollo orgánico con una política agresiva de adquisiciones que completan nuestra cartera. Desde 2006, Ansys ha invertido más de 5.000 millones de dólares en 29 empresas diferentes, para seguir recibiendo las mejores soluciones de simulación para nuestros clientes”, explica Espacio.
Nuevas tecnologías
¿Y qué nuevas tecnologías son aplicables en este subsector de la defensa? “Trabajamos en incluir ‘machine learning’ e inteligencia artificial en nuestros nuevos productos para agilizar las simulaciones y que nuestros nuevos clientes puedan añadir más información; estamos llevando nuestros productos a la nube y haciendo más abiertos para ser interoperables con el restaurante del ecosistema digital de nuestros clientes; estamos haciendo que nuestras soluciones puedan aprovechar toda la potencia de las GPU (unidad de procesamiento gráfico) y preparando el camino para la computación cuántica”.