
El euríbor apunta a que dará su primer respiro a los consumidores desde diciembre de 2021. En agosto, la media mensual que lleva hasta el día 8 está en el 4,06%, lo que supone casi una décima menos respecto al dato medio de julio. En más de año y medio no se ha registrado una caída del índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España, aunque es mínima.
A finales de 2021, el índice estaba en el -0,5% y a partir de entonces todo cambió para los hipotecados a tipo variable, pero también para quienes iban a pedir de nuevas un préstamo para comprarse una casa, ya que las cuotas y el crédito en sí se iban a ir encareciendo. Inició 2022 ya en una senda ascendente, aunque partiendo de terreno negativo, lo cual siempre se ha considerado como una anomalía ya que el euríbor, teóricamente, no debería estar por debajo de cero ya que en realidad es el interés al que se prestan dinero los bancos entre sí, y a todo préstamo se le presupone un interés positivo.
En el mes de abril del año pasado, el índice volvió a positivo por primera vez en seis años. Ya por entonces la inflación era un problema galopante en Europa y se descontaba que pronto pasaría a la acción el Banco Central Europeo (BCE) con las subidas de los tipos de interés oficiales. El euríbor suele adelantarse, o intentar prever, lo que ocurrirá en los próximos meses, de ahí que comenzara a escalar desde principios del ejercicio.
En julio lo previsto terminó por cumplirse y el BCE acometió el primer incremento del precio del dinero en once años. Desde entonces no ha parado de subir los tipos en todas las reuniones de su consejo de gobierno hasta dejar el tipo principal en el 4,25% y la facilidad de depósito en el 3,75%.
Flujos redistributivos de la financiación autonómica
Cifras en millones de euros
Diferencia (positivo indica
que es receptor neto de fondos y
negativo que es aportante
neto de fondos)
Ingresos tributarios homogéneos
Financiación efectiva
a competencias homogéneas
Madrid
Cataluña
Andalucía
Valencia
C. y León
Galicia
C.-La Mancha
Baleares
Aragón
Canarias
Murcia
Asturias
Extremadura
Cantabria
La Rioja
Total CC.AA.

Flujos redistributivos
de la financiación
autonómica
Cifras en millones de euros
Ingresos tributarios homogéneos
Financiación efectiva
a competencias homogéneas
Diferencia (positivo indica
que es receptor neto de fondos y
negativo que es aportante
neto de fondos)
Madrid
Cataluña
Andalucía
Valencia
C. y León
Galicia
C.-La Mancha
Baleares
Aragón
Canarias
Murcia
Asturias
Extremadura
Cantabria
La Rioja
Total CC.AA.
Al calor de las subidas de tipos, y de las expectativas de las reuniones futuras, el euríbor ha ido aumentando mes a mes, sin freno. De hecho, en varios meses se produjo en 2022 el alza más rápido de su historia. El precio del dinero crecía a tal ritmo que el índice de referencia para las hipotecas también lo hacía a esa velocidad.
Al llegar el año 2023 la situación cambió ligeramente. Las previsiones empezaban a contemplar que el BCE se detendría en algún momento de este ejercicio y también el euríbor entró en incrementos más moderados. Concretamente, desde marzo hasta julio las subidas del índice han sido de solo alrededor de una décima en cada mes.
Cambio de tendencia
Este agosto el panorama es bien distinto. El clima ya no es de moderación en la escalada sino incluso de bajada, algo que no se veía desde hace más de año y medio. Y esta tendencia acumula ya dos semanas, dando muestras de cierta consolidación.
En la última semana de julio dio muestras, en el dato diario, de que no iría mucho más allá. No fue capaz de alcanzar el 4,2% a mediados de mes y terminó julio en una media del 4,15, pero los datos de la última semana mostraban una cierta caída que se ha mantenido durante lo que llevamos de agosto. Ahora apenas supera el 4% y la media mensual hasta el día 8 se ubica por debajo de la del mes pasado, aunque todavía queda la mayor parte del mes por desarrollarse.
4,06
por ciento
Esta es la media del euríbor a 8 de agosto. La tendencia ahora apunta a que es de estancamiento e incluso ligero descenso
Esta situación llama la atención por un aspecto en concreto. El 27 de julio, el BCE subió por novena vez los tipos de interés oficiales -en 25 puntos básicos- hasta el 4,25%. Lo esperado, entonces, es que inmediatamente al día siguiente comenzara a subir ya que, según fuentes bancarias, lo habitual es que el euríbor incluso se mueva por encima del tipo principal.
Ese movimiento no ha ocurrido sino que el camino que ha recorrido ha sido a la inversa, de ligero descenso respecto a la media de julio. Y esto es algo que tiene en parte desconcertados a los analistas, señalan fuentes financieras, porque las señales de bajada todavía no deberían ser tan claras a la luz de la senda que se prevé que siga el banco central de la zona euro.
La institución dirigida por Christine Lagarde no ha dado grandes pistas sobre si en septiembre dejará de subir tipos o lo hará una vez más hasta el 4,5%. Las casas de análisis y las gestoras parece que apuntan a que podría haber una subida más, aunque haya miembros del BCE que deslicen un freno. Todo dependerá de los datos de inflación, el crecimiento y la estabilidad financiera.
228
euros
al mes aumentaría la cuota de una hipoteca media con el valor que lleva el índice en agosto
Ante esta incertidumbre, el euríbor ha entrado por primera vez desde diciembre de 2021 en un ‘impasse’, a la espera de noticias. Unas noticias, o señales, que no se prevé que lleguen hasta septiembre dado el periodo vacacional de agosto. Con todo, el índice apunta a que descuenta ya el fin de las subidas de tipos.
Vista esta tendencia, fuentes bancarias apuntan a que el euríbor podría haber empezado ya su cambio de ciclo, para estabilizarse en esa cota del 4%. Bankinter, por ejemplo, sitúa su previsión de cierre del índice para 2023 en el 4,1%; Funcas apunta a que acabará el año ligerísimamente por encima del 4%; y Caixabank Research, por su parte, lo deja incluso por debajo de esa cota.
Ya cunde la idea en el sector financiero de que la senda alcista está llegando a su fin, aunque todavía puedan no haberse detenido las subidas de tipos del BCE. En este sentido, apuntan a que es posible que se vea un euríbor por debajo del tipo principal, al contrario de lo ocurrido en estos últimos trimestres.
Alivio para el cliente
El hecho de que el euríbor se frene e incluso baje es una buena noticia para los hipotecados, aunque relativa porque las cuotas se actualizan año a año y el alivio se notaría más de cara al ejercicio siguiente si continúa bajando.
Aun así, la hipoteca media en España ya no se está encareciendo a un ritmo de 300 euros más al mes, como hasta ahora. En un préstamo de 150.000 euros, a euríbor más un diferencial del 1% y a 25 años, en agosto de 2022 se pagaban 654,20 euros al mes, 7.850,4 euros al año.
Ahora, ese mismo préstamo con el euríbor de agosto de 2023 pagaría 882,14 euros al mes, 10.585,68 euros al año. Esto son 227,94 euros más al mes, lo que son 2.735,28 euros más al año. Una subida menor que la registrada en meses pasados, pero que aún presiona las finanzas de los clientes españoles.