
Ori Levy, cofundador y CEO de Adama Partners y presidente ejecutivo de Circa, el principal comprador mundial de joyas y relojes de segunda mano, cuenta con más de dos décadas de experiencia en la industria del diamante y la joyería, además de su experiencia como director general adjunto de I. Hennig & Co Israel, la mayor empresa de corretaje del grupo De Beers, y como asesor estratégico en las principales empresas de diamantes del mundo.
Adama Partners, empresa de capital riesgo centrada en el sector mundial de las piedras preciosas y la joyería, compró Circa en 2017, y cuenta entre sus apuestas con Blue Nile, el mayor minorista de anillos de compromiso de comercio electrónico del mundo, y Mondiamo, una empresa de recompra de joyas de diamantes. Todo un bagaje al que Levy suma sus años de experiencia como piloto en las fuerzas aéreas israelíes («de esa época me queda ser consciente de la importancia de la ética, de la responsabilidad, de afrontar las dificultades, de combinar los conocimientos tecnológicos con las habilidades para trabajar en equipo»).
En la actualidad, Circa (con oficinas en Estados Unidos, Hong Kong y España) se encuentra en pleno crecimiento, en un sector en el que, según datos de Boston Consulting, un 74% de consumidores no tienen problemas al adquirir productos de segunda mano. «En este contexto (señala), contamos con la fuerza de nuestra implantación internacional, en un sector que está muy atomizado, y contamos con el talento y experiencia de nuestros profesionales para ofrecer la mejor experiencia de cliente posible, en algo tan personal como vender una pieza que puede suponer un recuerdo, la celebración de un momento especial, etc.». Otros datos apuntan a que el tamaño del mercado de joyería a nivel mundial se acerca a los 300.000 millones de dólares y va en aumento (la segunda mano representa el 10% de este mercado).
Levy destaca, además, que en España se están siguiendo los pasos de países como Estados Unidos, donde la venta de piezas de joyería y relojería de lujo está asentada desde hace años: «El consumidor español está cada vez más abierto a la posibilidad de vender, igual que lo hace con un coche. Por ello, Circa se vuelca en ofrecer transparencia y experiencia». El entorno pos-Covid «nos ha hecho replantearnos la vida en general y muchas personas han cambiado su forma de actuar en este sentido, de buscar otras vías de financiación para sus necesidades. En todo caso, hay muchas situaciones en la vida que provocan una necesidad de liquidez y cada vez desciende más el acaparar objetos de lujo sin que tenga, en algunos casos, un significado especial».
El directivo comenta, además, las peculiaridades del sector, en función de la geografía (con mercados emergentes como el chino o el indio): «Hay, por supuesto, puntos en común, pero me resultan llamativas las diferencias no sólo entre continentes, sino entre países, como pasa en Estados Unidos, entre la costa Este y la Oeste. En el caso de España, considero que su mercado está caracterizado por tener un alto porcentaje de joyería de calidad, influido por todo un recorrido histórico y cultural que otros países del mundo no tienen».
Talento y tecnología
Entre unas y otras latitudes, las cifras de facturación han superado el doble en los últimos años, un crecimiento, con numerosas aperturas, para el que Levy considera esencial el desarrollo de la tecnología: «Trabajamos con miles de clientes en todo el mundo, por lo que la Inteligencia Artificial y el ‘big data’ son fundamentales, desde la propia evaluación de los objetos a la atención al cliente y para consolidar un crecimiento con la llegada de nuevos servicios, como, por ejemplo, el de préstamos».
Cuestión de eficiencia y de gobernanza, como sucede con la alusión a las acciones en pro de la igualdad de género («muchas mujeres ocupan puestos directivos»). Y de la sostenibilidad, gracias a productos «en los que no hay que emplear energía ni diversos recursos para ofrecerlos en el mercado, no extraemos recursos de la tierra mediante la minería ni generamos contaminación mediante la fabricación», objetos que tienen una segunda vida y en cuya gestión de operaciones, la compañía utiliza embalajes ecológicos, además de formar parte de Noissue Eco Packaging Alliance, comunidad de empresas que contribuyen a la reforestación mundial (cada pieza de joyería vendida ayuda a plantar un árbol en una zona necesitada). Su compromiso sostenible es el de conseguir la neutralidad en emisiones de carbono en 2025, eliminando plásticos hacia 2027.
Como concluye Levy, la actividad de Circa (www.circajewels.com) les permite trabajar con productos procedentes de la naturaleza, con la paradoja de que «hay, por ejemplo, más diamantes sobre la tierra que debajo de ella». Y en un mercado en el que no teme a la respuesta de las nuevas generaciones (Z, ‘millenials’, etc.): «La población vive cada vez más, y cuanto más tiempo pasa, más acumulas, y seguro que habrá, además, público joven interesados en nuestra opción».