Su año de promoción en la Ecole polytechnique (1974) coincide con el lanzamiento del “plan Messmer”. Joël Barre, por supuesto, no participó en el primer gran plan para el desarrollo de la energía nuclear civil en Francia, anunciado por el entonces Primer Ministro, Pierre Messmer. Pero casi medio siglo después, tras años dedicados al armamento y la industria aeroespacial, ahora es delegado interministerial para la nueva energía nuclear.
“La creación de esta delegación, a mi juicio, tiene por objeto fortalecer el papel del Estado en la preparación y conducción de este nuevo programa nuclear”subraya el Sr. Barre, de 68 años, en una oficina con decoración impersonal ubicada en el primer piso del Ministerio de Transición Energética, debajo de la de la ministra, Agnès Pannier-Runacher, en el 7mi distrito parisino.
El gobierno quiere al menos seis nuevos reactores para producir electricidad con bajas emisiones de carbono. Ver ocho más más adelante. El delegado interministerial para velar por la » vigilancia « de este relanzamiento, para utilizar los términos del decreto de noviembre de 2022 que establece su cometido. Ubicada junto a la Primera Ministra, Elisabeth Borne, su delegación también trabaja en conjunto con el Ministerio de Economía y Finanzas.
“Mala apuesta”
Lunes 15 de mayo, Joël Barre espera que el Parlamento apruebe al día siguiente un importante proyecto de ley. Que apuntaba a acelerar los trámites administrativos, con miras a nuevos reactores. El desafío, mucho más allá, se referirá principalmente a la construcción de edificios nucleares, sujeto a la futura ley de programación sobre energía y clima, este año. «En cuanto a cuestiones técnicas y programáticas, son cosas que Francia sabe hacer»apoya al ex Delegado General de Armamento (2017-2022).
Sin embargo, el sector nuclear ha dejado de » hacer « durante muchos años, por falta de pedidos. A riesgo de perder habilidades. El nuevo delegado de la cuenta nuclear acudirá a finales de mes a la sede de EPR en Flamanville (Mancha). Un proyecto que sigue en marcha desde finales de 2007, acumulando retrasos y costes adicionales. “Cuando la construcción comienza antes de finalizar los estudios, esto implica el riesgo de tener que hacer cambios durante la construcción”observa, recordando las consecuencias de un «mala apuesta».
Desde marzo, un “revisión completa del programa” analizar el proyecto de diseño de futuros reactores, del tipo EPR 2. El delegado insistió en implementarlo sobre el modelo de lo que puede existir «en programas de armas o programas espaciales». La coordinación estuvo a cargo de Hervé Guillou, ex jefe de Naval Group, una referencia en la industria naval militar.
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