septiembre 22, 2023

La Maurinie

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La geolocalización guía el viaje de la industria logística hacia la eficiencia

La era de la expansión del comercio internacional, de las transacciones online y de la entrega de ‘última milla’ y de la transformación digital han propiciado un incremento del desarrollo tecnológico en una actividad, como apunta Miguel Hormigo, director de Industria de Secure e-Solutions en GMV, «con un mercado muy maduro por los avances en tecnología como la propia de la geolocalización. Compañías como Amazon no hubieran despegado sin este despliegue».

En todo caso, Hormigo sí que señala la importancia de la irrupción de avances como Galileo (que comenzó sus pruebas en 2004 como alternativa al GPS), el sistema de sistema europeo de radionavegación y posicionamiento por satélite que, en la actualidad, da servicio a más de 4.000 millones de usuarios en todo el mundo. «Y de sistemas avanzados (añade) como el SBAS (Satellite Based Augmentation System-Sistema de Aumentación Basado en Satélites, que aumentan la precisión y seguridad del dato enviado por los satélites».

Opciones como las de GMV combinan un centro de control en tierra con una serie de antenas receptoras «que dirigen las correcciones al usuario». Una nueva era, por lo tanto, para la geolocalización, esencial en la actividad logística en un entorno globalizado, hipercompetitivo, en el que el estadounidense GPS compite con las constelaciones de satélites del programa ruso Glonass y el chino BeiDou (Osa Mayor).

Estos nuevos tiempos permitirán, como destaca el especialista, que los aviones puedan utilizar GPS para aterrizar (algo no permitido hasta este momento) y que los sistemas de posicionamiento preciso supongan una nueva vuelta de tuerca a la progresión tecnológica («se crea una especia de cilindro alrededor del usuario que incrementa la probabilidad de que el usuario esté en las coordenadas exactas, la denominada ‘precisión centimétrica’»). Innovación en la que la compañía trabaja con sistemas como Southpan (Southern Positioning Augmentation Network), una iniciativa conjunta de los gobiernos de Australia y de Nueva Zelanda que ayudará a paliar las deficiencias, por ejemplo, en la cobertura marítima y que mejorará la propia de las infraestructuras ferroviarias, ambas partes esenciales de la logística global.

Al centímetro

En estos desarrollos, las plataformas de software se afinan para unos mejores seguimiento, control y análisis de la actividad, con prestaciones, incluso, para mejorar la seguridad de los recorridos y de los implicados en ellos, y con pautas para mejorar la eficiencia y, por lo tanto, la productividad, de estos desempeños.

Un contexto de trabajo 24/7 en el que Francisco Aranda, presidente de UNO, Organización Empresarial de Logística y Transporte, subraya la evolución en el ‘tracking’ desde puntos intermedios o puntos de partida y llegada a la geolocalización en todo momento, «en caso de mercancías de alto valor, perecederas o que exigen un absoluto control de la cadena de frío (como las vacunas), ese monitoreo se hace mucho más imprescindible».

«El sector ha visto (continúa Aranda) cómo, más allá de llegar en tiempo y forma, lo más importante es tener al cliente totalmente informado acerca de dónde se encuentra su producto, cuándo llegará a destino, las posibles incidencias que puedan surgir, etc.». Internet of Things se aplica más en aquellas mercancías que requieren de una monitorización más en detalle («como, por ejemplo, garantizar que no sufran golpes, que vayan a determinada temperatura, que no sean giradas, etc.»), mientras que «el tacógrafo digital contribuirá a que las empresas y las administraciones públicas puedan llevar a cabo el monitoreo y tener localizados los vehículos y la ubicación de la carga».

Mejora global

En el caso de ESRI, Francisco José Parrón, Industry Manager Executive Business, señala la importancia de investigar para unas cada vez mejores «captura de datos en campo, estudio de zonas, optimización y cálculo de rutas y, en general, para tomar mejores decisiones, gestionar mejor el servicio y mejorar la colaboración y difusión de información».

Parrón destaca cómo los sistemas de información geográfica (GIS) están adoptando cada vez más tecnologías que les permiten optimizar todo tipo de gestiones, controlar y extraer ‘insights’ en tiempo real y (gracias a la variable geoespacial), tomar mejores decisiones.

El incremento en la visibilidad de la cadena de suministro y la seguridad de la carga, el control y gestión de los niveles de inventario, así como la mejora de la experiencia del cliente son otras variables a tener en cuenta en el proceso, con mucho margen por delante gracias a la Inteligencia Artificial, como destaca el directivo, «ya que se utilizará para analizar datos geolocalizados y predecir patrones en la cadena de suministro. Esto ayudará a las empresas a tomar decisiones más informadas y a anticipar problemas logísticos antes de que ocurran». Una muy mejorada cobertura de geolocalización que será esencial en el caso, por ejemplo, de drones y coches autónomos, parte de la flota logística del siglo XXI.

Aplicaciones

Solusoft es uno de los ‘partners’ de ESRI, y cuenta entre sus desarrollos con una solución para el Grupo Papelero Iberpapel, consistente en un sistema de información para gestionar toda la trazabilidad de su proceso logístico y del servicio, desde la recogida de madera en campo hasta el procesamiento en fábrica. «Los cargadores (señalan desde la compañía) reciben las peticiones de servicio de órdenes de cargo de la madera en una plataforma, desde donde planifican a sus transportistas, quienes a través de una aplicación móvil informan en campo sobre la ubicación de la misma y del trayecto en tiempo real. Para facilitar este proceso de geolocalización y planificación, se utiliza la tecnología GIS de ESRI».

Desde el punto de vista académico, instituciones como EOI (Escuela de Organización Industrial), fundada en 1955 fruto del acuerdo alcanzado entre los Ministerios de Educación y de Industria, han seguido muy de cerca esta evolución. Elena Díaz Sánchez, delivery manager de Telefónica y profesora externa de EOI en el Master en Big Data & Business Analytics añade a lo ya comentado consideraciones como las siguientes: «Se pueden asignar rutas dinámicas en base a las verdaderas necesidades del negocio, tomar decisiones en tiempo real de abastecimiento de almacenes, rediciendo costes y evitando roturas de stock, conocer posibles desviaciones de rutas, etc.».

Un proceso en el que la mejora de los algoritmos, del ‘data analysis’ se asienta como estratégico, crítico para una actividad efectos cotidianos: «Algo imprescindible, ya que cada vez necesitamos que los procesos sean más eficientes, rápidos, seguros y cumplan con las diferentes normativas, con una integración cada vez más sencilla en todos los procesos de las cadenas logísticas».

‘Última milla’

Nicola D’Elia CEO en España, Portugal e Italia del grupo InPost, apunta, por su parte a la importancia de un adecuado ‘geoseguimiento’ para garantizar una buena experiencia de uso a los usuarios de sus Punto Pack-Lockers, (en la categoría ‘envíos a no domicilio’), necesario para cubrir 5.500 puntos de entrega. D´Elia también incide en la importancia de que esa capilarización se gestione de una manera sostenible «gracias a la reducción y optimización de las rutas en un proceso logístico que emite sólo 83 gramos de CO2 frente a los 229 gramos de un modelo tradicional puerta a puerta».

Tecnología y sostenibilidad ya forman parte del ‘tracking’ de las mercancías que recorren el mundo, un enorme escenario en el que el despliegue satelital y el avance en las telecomunicaciones, junto a desarrollos como la sensorización de medición multiseñal (que indica variables del estado de la carga) conforman el presente y futuro de la logística.