From a cierta edad, que suele ser los 50 años, empiezan a parecer en los varones síntomas muy característicos en los que participante tanto la vejiga como la próstata. Sin embargo, lo habitual es focalizar los problemas en esta última.
The prostata es, por encima de todo, una glándula sexual, un órgano del aparato reproductor masculino, encargado de la fertilidad, de favorecer la maduración y la vitalidad a los espermatozoides para que sean capaces de alcanzar el óvulo y fecundarlo. «Sin embargo, – señala la doctora Carmen González Enguitajefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-, no son los síntomas sexuales los más llamativos en los problemas de próstata ni los que llevan al afectado a la consulta del urólogo”.
Los síntomas más significativos que expresa un hombre que tiene problemas con su próstata son los relacionados con la micción, porque el territorio donde anatómicamente está alojada la próstata afecta de modo muy directo al llenado y el vacamiento de la vejiga.
Los problemas prostáticos surgen a uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años y, según datos de la Asociación Española de Urología (AEU), a partir de los 70 años y el 90% de los varones sufre alguna molestia relacionada con este órgano. A lo largo del margen del cáncer de próstata, hay una serie de dolores prostáticos benignos – hiperplasia, prostatitis, etc. – que es un problema fundamental que provoca una compresión de la uretra que dificulta el flujo de la orina.
Los síntomas miccionales del Trato Urinario Inferior (STUI) relacionados con HTA (Hyperplasia Benigna de Próstata) se dividen en grandes grupos, los síntomas de llenado y los de vaciado. Los síntomas de vaciado se caracterizan por tener dificultad para la micción, comienzo tardío de la misma, micción prolongada, goteo terminal, sensación de no haber vaciado por completa la vejiga, micción en dos tiempos, etcétera.
«Otros síntomas son el chorro más débil o con menos propulsión y, a veces, lo que sucede es que el chorro actúa en varias direcciones, como una «regadera», añade la especialista
Como síntomas de llenado, reconocemos la urgencia en la micción, la alta frecuencia (polaquiuria), los escapes de orina (incontinencia urinaria), la necesidad de levantarse a orinar por la noche (nicturia) o la incapacidad para reprimir el deseo miccional.
Con el devenir en el tiempo del proceso evolutivo o crónico se añaden otros problemas secundarios tales como la infección urinaria, la formación de cálculos en la vejiga, o el deterioro de la función renal, entre otros.
No son los síntomas sexuales los más llamativos en los problemas de próstata ni los que llevan al afectado a la consulta del urólogo
Carmen González Enguita
Jefa del Servicio de Urología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
Los síntomas de vaciado, por su parte, se traducen en dificultades para iniciar la micción, sensación de no haber vaciado por completo, goteo terminal o micción en dos tiempos.
Normalmente, cualquier síntoma inicial sobre la micción, incluso siendo cierto leve – como puede ser pérdidas de orina, sensación de no vaciar la vejiga completamente tras orinar- son los que aconsejan acudir inmediatamente al urólogo. No olvidar que, al paciente lo que sobre todo preocupa, es descartar que estos síntomas no están relacionados con la aparición en su próstata de una grave patología como es el cáncer, “ya que, se debe de recordar que los síntomas al orinar que ocasiona la próstata no son diferentes si estamos ante un proceso maligno o benigno”, prioriza la Dra. González Enguita. Tan explícito como existen numeros de tratamientos farmacológicos y diferentes cirugías alternativas como modos de abordar los problemas de próstata no oncológicosterapias muchas de ellas de minima o escasa invasividad.
Si la mejor opción de tratamiento involucra numerosos factores y que dependen de la persona, de su edad y morbilidad (otras enfermedades co-adyuvantes), de la toma de otros fármacos, del tamaño de la próstata. Hablando de farmacología es necesario evaluar el tipo e intensidad de los síntomas que manifiesta el paciente. “Debe ser el urólogo quien determine cualquier decisión quirúrgica al respecto”, sentencia la especialista de la Fundación Jiménez Díaz.