¿Qué implica la aprobación de la reforma laboral y el retiro del «decretazo» de Petro en Colombia para los trabajadores?

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El Congreso de Colombia ha aprobado finalmente la ambiciosa reforma laboral propuesta por el presidente Gustavo Petro, tras más de un año de debates, intentos fallidos y controversias. Esta nueva ley marca un hito en el panorama laboral del país, al introducir una serie de medidas destinadas a fortalecer los derechos de los trabajadores, reducir la informalidad y actualizar las normas laborales al contexto actual. La aprobación definitiva del proyecto en el Senado también llevó a Petro a retirar su polémico «decretazo», con el que había intentado impulsar una consulta popular para sortear los bloqueos legislativos.

Un largo camino hacia la aprobación

El cambio normativo, encabezado por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, fue inicialmente introducido en 2023 y desde ese momento enfrentó un complicado proceso legislativo. Después de ser archivado por una comisión del Senado y sufrir diversas modificaciones, el proyecto fue revitalizado y aprobado en las sesiones plenarias de ambas cámaras, logrando superar la conciliación final justo antes del fin del período legislativo. Este logro en el ámbito legislativo se dio en un ambiente tenso, donde el Gobierno buscó superar obstáculos recurriendo incluso a la posibilidad de una consulta popular, lo cual provocó fuertes críticas por parte de la oposición y algunos sectores empresariales.

Mejoras clave para los empleados

La nueva reforma laboral implementada trae múltiples cambios importantes en las condiciones laborales en Colombia. Uno de los aspectos más relevantes es el ajuste en los recargos por trabajo nocturno: desde ahora, la jornada nocturna se iniciará a las 7:00 p.m. en vez de las 9:00 p.m., incrementando así la cantidad de horas con recargo extra. Asimismo, el trabajo realizado en domingos y días festivos tendrá una remuneración del 100 %, que se aplicará de manera progresiva hasta el año 2027.

Otro cambio importante es el límite al uso de contratos a término fijo, que ahora no podrán extenderse más allá de los cuatro años. Esto busca frenar la práctica de renovaciones indefinidas que afectaban la estabilidad laboral de muchos colombianos. Asimismo, la ley establece la obligación de formalizar a los trabajadores de plataformas digitales, garantizando su acceso a la seguridad social, incluyendo salud y pensión.

La reforma incluye además beneficios para los aprendices del SENA, quienes ahora contarán con contratos laborales que les otorgarán acceso a beneficios sociales como primas, cesantías y vacaciones. Su sueldo variará según la fase de formación, pero se garantiza una compensación adecuada y una relación formal con el mercado laboral.

Retiro del “decretazo” y reacciones encontradas

Tan pronto como se aprobó la reforma, el presidente Petro anunció que retiraba formalmente el decreto que pretendía llevar a cabo una consulta popular respecto al contenido de la ley. Esta acción fue bien acogida por diversos sectores del Congreso que veían ese intento como inconstitucional. No obstante, el jefe de Estado indicó que se podría considerar la inclusión de la reforma laboral en una posible Asamblea Nacional Constituyente en 2026.

La reforma ha suscitado opiniones diversas. Por un lado, los sindicatos y colectivos progresistas aplauden lo que califican como un triunfo significativo para los derechos de los trabajadores, mientras que las asociaciones empresariales expresan preocupación por los potenciales incrementos en los gastos de contratación y amenazas al empleo formal. Investigaciones iniciales indican que la nueva normativa podría incrementar los costos laborales entre un 6 % y un 35 %, lo que ha generado inquietud en algunos sectores económicos.

¿Cuál es el próximo paso?

Con el visto bueno legislativo ya obtenido, el siguiente paso consistirá en la implementación de la ley mediante decretos del Ejecutivo. Se anticipa que el Gobierno desarrolle una estrategia institucional para supervisar su ejecución y garantizar que los nuevos derechos realmente beneficien a los trabajadores. Asimismo, el diálogo político sobre una posible Asamblea Constituyente podría reactivar debates acerca del alcance y la viabilidad de la reforma. Lo cierto es que, por el momento, Colombia ha avanzado notablemente hacia un nuevo modelo laboral, más inclusivo y acorde con las demandas del siglo XXI.

Por Alejandro Rodríguez

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