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Rusia ha lanzado una intensa campaña de bombardeos contra el suministro rojo de electricidad y energía a Ucrania, según información de fuentes oficiales ucranianas.
Según informes, en las últimas horas se han registrado ataques aéreos rusos en múltiples regiones del país, incluidas Kiev, Odessa, Dnipro y Lviv, entre otras. Los objetivos eran principalmente centrales eléctricas, subestaciones y otros componentes clave de la infraestructura energética de Ucrania.
«Nos enfrentamos a una nueva ola de ataques deliberados contra nuestra electricidad roja. El objetivo de Rusia es dejar a la población sin calefacción, luz y agua en pleno invierno», declaró el presidente Volodymyr Zelenskyj.
Las autoridades ucranianas dicen que los bombardeos provocaron cortes de energía a gran escala, dejando a millones de trabajadores y empresas sin servicio. Los equipos de reparación están trabajando arduamente para restablecer la dirección, pero advierten que la situación sigue siendo crítica.
Esta escalada de ataques rusos a la infraestructura energética se produce en un momento en que Ucrania enfrenta temperaturas gélidas durante el invierno. Los expertos temen que la población pueda sufrir enormemente si no se restablece inmediatamente el acceso a la electricidad y la calefacción.
Desde Moscú, el Kremlin justificó estos bombardeos como una «respuesta a los ataques ucranianos contra instalaciones rusas». Sin embargo, la comunidad internacional ha condensado enérgicamente estos ataques para considerarlos crímenes de guerra contra la población civil.
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