“Durante cinco años, entre 2017 y 2021, recibimos alrededor de veinte solicitudes diarias de compradores que buscaban bienes inmuebles. Hoy, si tenemos dos, ya es mucho. » Hanane Zineddaine, directora de la agencia inmobiliaria L’Adresse du Kremlin-Bicêtre (Val-de-Marne), a tiro de piedra de la Porte d’Italie, notó que el teléfono apenas había sonado. Mientras las casas a las puertas de París, muy raras, se fueron » inmediatamente » de la época del boom inmobiliario, permanecen hoy en exhibición «tres o cuatro meses».
“A nuestra agencia le está yendo bien porque, aunque hacemos pocas ventas, se trata de casas grandes. Las comisiones son por lo tanto altas”explícameloA mí Zineddaine. Habiendo vivido la crisis inmobiliaria de 2008, también “durante los locos años veinte” y tener un «muy buen flujo de caja». Por último, ofrece un servicio de gestión de alquileres, una actividad recurrente susceptible de estabilizar los ingresos.
Sin embargo, no todas las agencias inmobiliarias pueden hacer frente a la caída de la actividad. Según el grupo Altares, que identifica quiebras empresariales, están entre los sectores «los más vulnerables» : 192 bajó el telón en el primer trimestre (+96% en un año), un nivel «en el nivel más alto desde principios de 2015». Un número para informar a las más de 40.000 agencias inmobiliarias existentes. Más allá de las quiebras, las cifras que recoge la Unión de Gremios Inmobiliarios reflejan las dificultades de la profesión: los certificados de asalariado, emitidos a vendedores que trabajan con carné profesional, cayeron casi un 20% en el primer trimestre, respecto al primero tres meses de 2022.
“Los años transcurridos habían sido muy favorables a la creación de agencias inmobiliarias, y nuestra plantilla había aumentado de forma importante: entre abril de 2020 y junio de 2022, los empleados colaboradores habían pasado de unos 55.000 a casi 59.000, y los agentes comerciales, autónomos, de 57.000 a 81.000”, recuerda Loïc Cantin, presidente de la Federación Nacional de Bienes Raíces. Naciones Unidas «Eldorado»impulsado por un período de tasas de interés excepcionalmente bajas, que permitió a muchos franceses pedir prestado para convertirse en propietarios.
A partir de julio de 2022, todo cambia. El Banco Central Europeo comenzó a subir sus tipos a un ritmo sin precedentes en la historia del instituto monetario, para luchar contra la galopante inflación, en funcionamiento desde el inicio de la guerra en Ucrania. Los bancos repercuten estos aumentos. El tipo medio de los préstamos inmobiliarios pasa del 1,06% en diciembre de 2021 al 3,15% el pasado mes de abril, según el observatorio Crédit Logement CSA. “El poder adquisitivo de los compradores ha caído, por tanto, con fuerza, los bancos se han mostrado muy cerrados a las solicitudes de crédito y han pedido grandes aportaciones, mientras que por el contrario los vendedores no quieren bajar sus precios”resume Hanane Zineddaine.
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